sábado, 17 de septiembre de 2011

Le faltó adrenalina

Sábado 1.10.
Tras la cena de pizzas y cervezas, finaliza para mí la despevirga de soltero de Damián. En el restaurant, había quemado un billete de Julio Argentino Roca, lo que me impide continuar la noche junto al grupo por escasez de efectivo. Me quedo esperando el 141 en Mitre y Pellegrini con cuatro pesos y una tarjeta de colectivo en el bolsillo. Pienso en lo caro de la salida. Pienso en la voluntad del agasajado, quien quería sólo una cena viendo primero San Martín de San Juan 0 – Belgrano 1, más tarde un par de tries de Los Pumas ante Rumania, y posteriormente morir en un bar/boliche bailando entre hombres. Lo respeto. En eso, oigo bocinas, como de festejo, acercándose. Capaz que son pendejos yendo de putas por calle Pasco, conjeturo. En lo alto, el alumbrado público es deficiente. A centímetros del suelo, dos luces altas en movimiento casi me encandilan. Una combi hippona se detiene por el semáforo en rojo de avenida Pellegrini y sus puertas traseras abiertas dejan ver a un pibe en calzoncillos. Los amigos que lo acompañan festejan. Los integrantes de los dos autos que la escoltan también. Es una típica despedida de soltero. Advierto un contraste con respecto a lo que nosotros no hicimos.

Ya no llueve. El viento profundiza el frío, por lo que camino por Mitre hacia el norte para entrar en calor, total a esta hora el bondi para en cualquier esquina. Entre Montevideo y Zeballos hay un boliche a mitad de cuadra. En medio del punchi, punchi, punchi escucho la voz de un animador y carcajadas/alaridos cortos de chicas en un segundo plano. En la puerta, un stripper en cueros y pantalón largo oscuro habla con el trabajador de seguridad. Es una noche de despedidas de solteras. ¿Es un contraste entre los géneros? Porque estas minas van al grano y aquellos tipos están riéndose por pasear al novio casi en bolas por el centro con 14 grados de temperatura. ¿Qué estarán haciendo Damián y los pibes? Para mí que dan el perfil para trencito con el carnaval carioca de fondo. ¿Serán conscientes de que es una sola vez en la vida? Hay dos despedidas de solteros en dos cuadras, con cinco minutos de diferencia que nada que ver con nosotros. ¿Qué hago acá esquivando charcos en la semipenumbra? Tomo el colectivo casi llegando a calle Mendoza.

Sábado 15.40.
–No te perdiste nada anoche- me recibe Leandro en el CAF- Igual, al pedo te fuiste porque sobraron 20 pesos de lo que pusimos para la comida y la propina de la moza. La entrada valía 20 pesos y podrías haber venido.
–Yo qué sabía.
Me acuerdo de Juan Perugia: “¿Y ahora me lo venís a decir?”.

Manchester United, de camiseta negra, se enfrenta a Morning, de camiseta blanca con vivos verdes en un encuentro de dos equipos que militan en los últimos puestos de la tabla. Es el hambre contra las ganas de comer. Bah, es en un sentido figurado en lo futbolístico porque si hablamos de todo lo que comieron algunos jugadores en la despedida…

De todos modos, en el comienzo demuestran empeño, ganas y esmero para correr detrás de la pelota. Pero (peeeeero) los pases mal dados son mayoría. Damián llega tarde y se coloca el buzo de DT. Se hace cargo de un puesto difícil, en el cual todo lo que no dé resultados positivos no sirve. En esta situación, toma el liderazgo, sugiere, ordena, hace los cambios. El trámite es aburrido, sin emociones ni situaciones nítidas. Andrés y Lucas se muestran sólidos por abajo y por arriba y las pocas veces que los pasan, aparece Guille para dar tranquilidad. La dificultad radica en el mediocampo, donde la recuperación es difícil por los pelotazos que lanza su adversario y por la escasa ductilidad en la posesión del balón. ¿Y Topo? Bien, gracias. Rodrigo, con su ingreso, le da otra frescura, una mayor movilidad al Manchester. Y ambas defensas se imponen a los ataques. Sin embargo, Morning recurre a la mal entendida picardía argentina: en un centro a Lucas le pegan una piña y el árbitro se hace el sota ante esa acción artera. Creo que debe repasar el reglamento. ¿El regla… qué? Encima Rodrigo ve la tarjeta amarilla por protestar. ¿Esa conducta sí es para amarilla y golpear no? De inmediato combinan Rodrigo, Chiqui y Viti, quien se queda solo en el área y el arquero desvía su tiro al córner. Es la única llegada. Poco, muy poco. Éramos tan pobres…

En el segundo periodo, el viento derrumba el castillo de naipes en el que se edifica el juego del United. Guille se estira para sacar al córner una bocha complicada. Viene el centro, hay un rebote. Lucas quiere despejar pero cabecea hacia arriba. Chiqui, en desventaja física, agarra al jugador que va en busca del balón. Tiro libre, pita el juez. El mismo Chiqui se planta en la barrera, pero el envío lo supera y es gol de Morning al ángulo superior derecho. Es un 0-1 por desaciertos propios, no por méritos ajenos. Tarde amanecimos. Se abre un poco el juego debido a la necesidad del Manchester y a la tranquilidad de su oponente para manejar la contra. Los reproches dan el presente:
–¡El que no quiere correr, que salga!

Andrés se equivoca al borde de su área y le obsequia a un delantero adversario la posibilidad de aumentar el marcador: clink caja y 0-2. Paradójicamente por errores del bloque que mejor hace las cosas hasta acá: el defensivo.

De cualquier modo, Manchester no se da por vencido. Viti patea un tiro libre y Rodrigo lo peina: al travesaño. Al rato, el portero rival se ensucia en el piso para evitar el descuento. El árbitro no da otro penal, en este caso sobre Rodrigo. A esta altura ya es un inimputable, ya que no trabajan los capaces sino los baratos, por si a alguien todavía le queda alguna duda. Matías estrella un tiro libre de zurda en el palo derecho. Lo más claro se produce en desventaja, mediante la pelota parada.

En una maniobra sobre la derecha, Viti toma de la camiseta a un contrario, se caen al piso y este último lo agrede: se va expulsado. Por las dudas, al Negrito lo sacan del tumulto.

–¡Poneme, Damián, poneme!- casi le implora al DT de la línea de cal para afuera. Pero… la pantalla anuncia game over.
–Decí que a Viti no lo echaron, porque sino eran tres expulsiones en cinco partidos- recuerda Topo y toma un sorbo de gaseosa para disimular el mal sabor de la derrota.


16-GUILLE (6): Si bien entregó alguna pequeña duda en determinadas pelotas aéreas, exhibió seguridad en los remates de media distancia.

20-ANDRÉS (5): Marcó de cerca de los atacantes y se animó a salir jugando. Pero su buena tarea se opacó por la bocha que regaló en el segundo gol contrario. Los riesgos del puesto son así: una pifia se paga cara.

3-LUCAS (5): Jugó siempre al límite, en un roce continuo con los rivales e intercambiando palabras. Le cometieron un penal que el árbitro no vio o no quiso ver.

21-VITI (5): Dejó todo en el campo, se esforzó, metió y jugó. También generó peligro ejecutando la pelota detenida. Lástima que habló mucho.

5-MATÍAS (5): Alternó aciertos (un tiro libre en el palo derecho) y fallas (pases a los adversarios). En varios pasajes, donde eran puros pelotazos, entró poco en juego.

8-PABLITO (4): Tuvo inconvenientes con el balón en los pies y por eso pisó en contadas ocasiones el área de Morning. Presionó en su sector sin tanto éxito. Sobre el final, salió lesionado en su tobillo derecho tras trabar con el empeine.

19-DIEGO (4): En el primer tiempo, se movió lejos del arco opuesto y se enojó cuando Damián lo cambió. En el segundo, cuando probó, lo bloquearon.

14-JAVIER (6): ¿Así que vas a viajar a Francia y ella te paga los pasajes? Chapeau. En el partido, se impuso en el cuerpo a cuerpo, se ubicó bien y casi ni lo superaron.

9-CHIQUI (4): De dos equivocaciones suyas vino la apertura del marcador. Después, puso un par de pases con inteligencia, que quedaron en la nada. Recibió un pelotazo en la boca del estómago.

11-RODRIGO (6): Fue el jugador más punzante y criterioso del equipo. Aportó gambeta, rapidez física y mental, le cometieron un penal ignorado y metió un cabezazo en el travesaño.

DT: DAMIÁN (5): Arribó al predio cuando el encuentro ya estaba desarrollándose. Se interiorizó sobre el resultado, los minutos, el sistema táctico y el plantel disponible.

CANCHA 10
ÁRBITRO (3): Obvió dos penales para Manchester y se confundió en fallos menores perjudicando a ambos bandos. “Que venga un veedor”, pidió en voz alta Leandro luego de una sucesión de errores.
AMONESTADOS: Rodrigo y Viti.
PÚBLICO: Gustavo y Leandro.

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